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Real Alcázar abrirá la Cripta del Patio de Banderas por primera vez

El Real Alcázar de Sevilla se prepara para abrir por primera vez al público un rincón oculto de su historia: la Cripta del Patio de Banderas. Este espacio arqueológico, que ha estado cerrado al público durante años, ofrece una oportunidad única para que los habitantes de Sevilla y los visitantes conozcan más sobre su rica herencia cultural.

Con el inicio de las «Visitas Guiadas a la Cripta del Patio de Banderas», el interés por la historia local se revitaliza, permitiendo a los sevillanos descubrir un capítulo desconocido de su pasado. Este artículo explora la importancia de este descubrimiento y lo que representa para la ciudad.

Un espacio histórico revelado al público

Desde el 15 de septiembre, los visitantes podrán acceder a este espacio arqueológico a través de visitas guiadas programadas tres veces a la semana: los martes, jueves y sábados a las 10:30 horas. La capacidad estará limitada a 15 personas por grupo, lo que garantiza una experiencia más íntima y enriquecedora para los participantes.

El delegado de Hacienda, Juan Bueno, ha destacado que esta apertura representa un compromiso con la ciudadanía. “Con esta iniciativa, buscamos que los sevillanos se sientan parte de la historia de su ciudad. La Cripta del Patio de Banderas es un lugar excepcional que ofrece una perspectiva única sobre los orígenes de Sevilla durante más de dos mil años,” afirmó.

Sin embargo, es importante mencionar que, debido a las características del espacio, el acceso no será posible para personas en silla de ruedas o con dificultades para permanecer en espacios cerrados. Esta limitación, aunque desafiante, subraya la necesidad de preservar la integridad del sitio arqueológico.

Un descubrimiento arqueológico significativo

Las excavaciones en el Patio de Banderas se llevaron a cabo entre 2008 y 2014, abarcando una superficie de 700 metros cuadrados. Durante este tiempo, los arqueólogos documentaron un continuo histórico que data desde el siglo IX a.C. hasta el siglo XII. El hallazgo de la Cripta Arqueológica es ahora la única parte visible de este trabajo, después de que el espacio fuera protegido con una cubierta provisional tras la finalización de las excavaciones.

  • Restos de hornos de cocina del periodo final del Bronce.
  • Estructuras romanas posiblemente asociadas a un horreum.
  • Vestigios paleocristianos y visigodos.
  • Elementos constructivos de la Alcazaba islámica.

Este conjunto de hallazgos permite contar la historia de Sevilla a lo largo de dos mil años, mostrando cómo ha evolucionado la ciudad desde sus inicios hasta la actualidad. Cada fragmento encontrado ofrece pistas sobre la vida cotidiana de sus habitantes y refleja las diversas influencias culturales que han dado forma a la ciudad.

La Cripta del Patio de Banderas y su contexto histórico

La Cripta del Patio de Banderas no solo es un espacio arqueológico, sino un verdadero testimonio del patrimonio de Sevilla. En sus 1.000 metros cuadrados, se pueden apreciar las distintas etapas de la historia de la ciudad, que está íntimamente ligada a la evolución arquitectónica del propio Alcázar, cuyos orígenes se remontan al siglo XI.

El hallazgo de estructuras que datan de épocas tan antiguas permite a los historiadores y arqueólogos trazar un mapa más claro de cómo se desarrolló la vida en Sevilla, desde la época romana hasta el periodo islámico. Este contexto es fundamental para entender el presente de la ciudad y su tejido cultural.

Compromiso con la divulgación cultural

La apertura de la Cripta es parte de una iniciativa más amplia por parte de la Dirección del Real Alcázar para fomentar el conocimiento público sobre este monumento y su relevancia para Sevilla. Esta estrategia incluye:

  • Visitas guiadas que destacan la importancia histórica del espacio.
  • Actividades educativas para escolares y grupos comunitarios.
  • Colaboraciones con instituciones locales para la preservación del patrimonio.

La intención es que los ciudadanos no solo visiten sino que también se impliquen en la conservación de su patrimonio cultural, reconociendo la historia que les pertenece. La Cripta del Patio de Banderas se convierte así en un símbolo de esta conexión entre el pasado y el presente.

La importancia de la participación ciudadana

La participación de los ciudadanos en el legado histórico de Sevilla es esencial. La apertura de la Cripta del Patio de Banderas ofrece una oportunidad excepcional para que los sevillanos conozcan su historia, pero también implica un compromiso con su conservación. Juan Bueno ha comentado: “Con esta acción, el Real Alcázar refuerza su vocación como lugar de conocimiento, memoria y participación ciudadana.”

A medida que la ciudad avanza hacia el futuro, es vital que los ciudadanos se conviertan en guardianes de su historia, apreciando y cuidando los espacios que cuentan su legado. La Cripta es un paso hacia esta meta, permitiendo a los sevillanos sentir que su historia es también suya.

La apertura de este espacio no solo enriquece el patrimonio cultural de Sevilla, sino que también invita a la reflexión sobre cómo la historia influye en la identidad de una comunidad. Los ciudadanos tienen ahora la oportunidad de explorar, aprender y vivir su historia de una manera cercana y significativa.