La atención sanitaria en las comunidades pequeñas es un tema crucial que afecta la calidad de vida de sus habitantes. En Écija, un municipio de la provincia de Sevilla, la reciente decisión del Gobierno andaluz de recortar personal médico ha desatado una ola de críticas. La supresión del servicio de pediatría en el Centro de Salud El Almorrón ha llevado a preocupaciones sobre el bienestar de los niños y la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. ¿Qué implica realmente esta decisión y cómo afecta a la comunidad?
La situación actual de la atención pediátrica en Écija
El portavoz de Podemos Écija, Mario Perea, ha calificado la situación sanitaria actual en el municipio como de «enorme vulnerabilidad». La decisión de cerrar la unidad pediátrica ha sido recibida con gran descontento por parte de la población local. Este tipo de recortes no solo afecta los servicios inmediatos, sino que también tiene repercusiones a largo plazo en la salud pública.
La reestructuración del servicio de pediatría, según la Gerencia Sanitaria, se basa en una supuesta mejora que contempla la asignación de dos pediatras a media jornada. Sin embargo, esta justificación ha sido rechazada por varias organizaciones políticas. Antes de los recortes, el municipio contaba con seis pediatras a jornada completa, lo que garantizaba una atención más completa y continua para los niños. La pérdida de médicos es un problema que se ha incrementado desde gestiones anteriores, por lo que la actual administración ha sido criticada por no revertir esta tendencia.
El impacto de los recortes en la comunidad
La supresión de la unidad pediátrica no solo significa una disminución en la atención médica directa, sino que también puede provocar una serie de problemas colaterales que afectan a la salud y bienestar de los ecijanos. Entre los impactos negativos se encuentran:
- Colapso en Urgencias: La reducción de pediatras puede llevar a un aumento de pacientes en Urgencias, creando un embotellamiento en el sistema de salud.
- Aumento de la carga para los profesionales: Los pocos médicos restantes se verán abrumados por el aumento en la demanda de atención médica.
- Desplazamientos complicados: Las familias tendrán que desplazarse a otros centros de salud más lejanos, lo que puede ser un desafío significativo para quienes no disponen de transporte adecuado.
Perea ha enfatizado que esta situación es un claro indicio de un “maltrato que pone en riesgo vidas”, lo que subraya la gravedad de la cuestión. La falta de recursos adecuados para la atención pediátrica no solo afecta a los niños, sino también a sus familias, quienes deben lidiar con la ansiedad y la incertidumbre sobre el cuidado de su salud.
La falta de transparencia en la gestión sanitaria
Uno de los aspectos que más ha indignado a los ciudadanos es la falta de transparencia en la gestión de los cambios en el sistema de salud. Perea ha criticado duramente cómo las decisiones se toman sin proporcionar información clara y rigurosa, lo que genera alarma y desconfianza entre los ecijanos.
La escasa comunicación de las instituciones sanitarias respecto a estas reordenaciones ha llevado a una serie de preguntas sin respuesta. Entre ellas se encuentran:
- ¿Cuál es el criterio detrás de la reestructuración de los servicios médicos?
- ¿Qué medidas se están implementando para garantizar la calidad de la atención?
- ¿Por qué no se ha informado a la comunidad sobre las implicaciones de estos recortes?
La falta de información clara puede llevar a la población a sentirse desprotegida y mal atendida, lo que es inaceptable en un área tan crítica como la salud.
Reacciones políticas y propuestas de solución
Desde Podemos y otras organizaciones locales, se han alzado voces en contra de las decisiones tomadas por el Gobierno de Moreno Bonilla. No solo se critica la falta de pediatras, sino que se está cuestionando la voluntad política de priorizar la salud de los ciudadanos. Perea ha instado a la alcaldesa de Écija, Silvia Heredia, a posicionarse del lado de la comunidad y defender sus intereses.
Además, se ha propuesto una serie de medidas a corto y largo plazo para mitigar el impacto de estos recortes:
- Detener la privatización de servicios: Se busca garantizar que la atención pediátrica siga siendo un servicio público accesible para todos.
- Plan de transporte público: Implementar un plan que facilite el acceso al Centro de Salud Virgen del Valle, donde aún hay pediatras disponibles.
- Condiciones dignas para los profesionales: Asegurar que los pocos médicos restantes cuenten con un entorno de trabajo adecuado y recursos suficientes.
La salud como prioridad: un llamado a la acción
La situación actual en Écija subraya la importancia de mantener un sistema de salud robusto y accesible para todos. La salud de los niños y de la comunidad no debe ser objeto de recortes, y es responsabilidad de todos asegurar que las autoridades cumplan sus roles de manera efectiva.
En este sentido, es fundamental que los ciudadanos tomen un papel activo en la defensa de sus derechos. Las movilizaciones, peticiones y la presión política pueden ser herramientas efectivas para revertir decisiones que pongan en riesgo la salud pública.
Conclusiones y próximos pasos
El cierre de la unidad pediátrica en Écija es un ejemplo claro de los peligros que enfrentan las comunidades cuando se priorizan los recortes presupuestarios sobre la salud pública. Es un llamado a la acción no solo para los políticos, sino también para los ciudadanos que deben exigir cambios y luchar por un sistema de salud que garantice el bienestar de todos.


























