Manuel Acosta es un personaje destacado en el ámbito político catalán y español. Su trayectoria académica y profesional, sumada a su compromiso con la realidad social y política de Cataluña, lo convierten en una figura relevante para comprender el actual panorama político de la región. A continuación, exploramos su vida, sus motivaciones y sus opiniones sobre temas críticos de la actualidad.
Un perfil académico y profesional sólido
Manuel Acosta nació en 1969 en Barcelona y ha dedicado gran parte de su vida al ámbito educativo. Es licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Barcelona, cuenta con un Doctorado en Filología, y posee un Máster en Literaturas Hispánicas por la UNED. Su experiencia como profesor de Secundaria y Bachillerato le ha proporcionado una visión cercana de los desafíos que enfrenta el sistema educativo en España.
Desde 2021, Acosta es diputado de VOX en el Parlamento de Cataluña, donde es portavoz del partido en las comisiones de Educación, Cultura y Universidades. Su compromiso con la educación se refleja en su labor legislativa, donde busca defender y promover soluciones que beneficien a la comunidad educativa.
Además de su carrera política, Acosta ha publicado varias obras, entre las que destacan “Cataluña. La historia” (2015), “El libro blanco de Cataluña” (2022) y “Un faro en la tempestad. Enseñanzas de un obispo contra la infiltración de la secta modernista” (2023). Estos textos muestran su interés por la historia y la identidad cultural de Cataluña, así como su visión crítica sobre ciertos movimientos actuales.
Motivación y decisión de unirse a VOX
La decisión de Manuel Acosta de unirse a VOX en 2014 fue impulsada por su deseo de contribuir a un cambio significativo en la política española. Si bien nunca había militado en un partido político, la situación crítica de España, especialmente desde los acontecimientos de octubre de 2017, lo llevaron a involucrarse más activamente en la defensa de lo que él considera la «España olvidada».
Acosta expresa: “Me mueve el amor a Dios, a España, a la Patria, la Tradición y las costumbres”. Este profundo sentido de identidad nacional y cultural es un eje central en su discurso político y su trabajo dentro del Parlamento.
Perspectiva política: más allá de etiquetas
Al ser preguntado sobre su definición ideológica, Acosta rechaza las etiquetas tradicionales de izquierda, derecha o centro. Argumenta que estas categorías son construcciones artificiales que no reflejan la realidad política histórica de España. En su opinión, la política debería centrarse en principios más profundos y arraigados en la tradición hispánica.
Desde su perspectiva, la política debería estar fundamentada en valores absolutos y en la defensa de la identidad cultural, opuestos al relativismo que él considera predominante en la actualidad. Este enfoque le permite articular una crítica a la política moderna y a los partidos que, según él, han fallado en abordar los problemas fundamentales de la sociedad.
Referentes políticos: inspiración y aprendizaje
Manuel Acosta señala a Santiago Abascal, líder de VOX, como su referente político actual, admirando su valentía y coherencia. A nivel internacional, menciona a figuras como André Ventura, de Chega en Portugal, y Giorgia Meloni, primera ministra italiana. Para Acosta, estas figuras representan un modelo a seguir en la defensa de valores tradicionales y en la lucha contra el relativismo moral.
Históricamente, Acosta se siente inspirado por personajes como Don Pelayo, los Reyes Católicos y figuras destacadas como Carlos I y Felipe II, quienes, en su opinión, han dejado una huella importante en la historia de España. Esta admiración por la historia y sus protagonistas se traduce en su compromiso por preservar y promover la identidad cultural española.
La corrupción en la política española
Acosta comparte su visión crítica sobre la corrupción en la política española, describiendo el actual gobierno como uno de los más corruptos de la historia. En su opinión, todos los partidos que han gobernado han contribuido a la situación actual, ya sea por acción u omisión. A este respecto, considera que la falta de una verdadera moralidad en la política ha llevado a una pérdida de confianza entre los ciudadanos y los representantes.
Las palabras de Acosta reflejan un sentimiento de frustración generalizado entre muchos españoles que ven la política como un juego de intereses en lugar de un servicio a la comunidad. En su opinión, es crucial que los líderes políticos actúen con integridad y responsabilidad para restaurar la confianza en las instituciones.
Opiniones sobre el Papa y la Iglesia
Como católico practicante, Acosta expresa su cariño y respeto por el Papa actual, al que considera una figura que guía a los fieles con coherencia y humildad. Su enfoque en la fe es evidente en sus declaraciones sobre la importancia de vivir de acuerdo con los principios de la Iglesia, a pesar de las dificultades personales.
Al hablar de sus pontífices de referencia, Acosta menciona a San Juan Pablo II como una figura fundamental que defendió la fe católica en tiempos difíciles. Aprecia también las advertencias de otros papas sobre el relativismo y la importancia de mantener una identidad católica en el Estado, lo cual considera esencial para la sociedad contemporánea.
El impacto del Concilio Vaticano II
Al abordar el Concilio Vaticano II, Acosta reflexiona sobre sus consecuencias tanto positivas como negativas. Si bien reconoce que el Concilio buscaba abrir un diálogo con el mundo moderno, también señala que ha sido malinterpretado y utilizado por grupos que difunden heterodoxias. Esta percepción crítica destaca la tensión entre las enseñanzas tradicionales de la Iglesia y las demandas de una sociedad en constante cambio.
Desde su punto de vista, las interpretaciones erróneas del Concilio han llevado a una desacralización de la fe y a un debilitamiento de las verdades absolutas, lo que a su vez ha afectado la cohesión social y la identidad cultural.
Desmitificando el nacionalismo catalán
Acosta ha abordado el mito de que la Generalidad de Cataluña tiene raíces en el siglo XIII, afirmando que esto es una tergiversación de la historia. Para él, el nacionalismo catalán es un producto del romanticismo que ha distorsionado la realidad histórica. Aclara que la institución de las Cortes Catalanas no es comparable con la actual Generalidad, que se estableció mucho más tarde, en el contexto de la Segunda República en 1931.
Este tipo de análisis crítico es fundamental para entender las narrativas históricas que se utilizan en la política actual, y Acosta busca ofrecer una perspectiva más precisa y fundamentada sobre la historia de Cataluña y su evolución política.
El gobierno de Illa y sus aliados
En cuanto al actual gobierno de Cataluña, Acosta critica al socialista Salvador Illa, señalando que, al no contar con mayoría absoluta, ha tenido que aliarse con partidos como ERC y En Comú Podem. A su juicio, esta situación ha generado una ingobernabilidad que perjudica a la sociedad catalana, ya que las decisiones se toman en función de intereses particulares y no de un plan coherente para el bienestar de la población.
El diputado de VOX lamenta que la falta de consenso en el Parlamento catalán haya llevado a una proliferación de Decretos-Ley, lo que a su vez crea un ambiente de inestabilidad y caos administrativo.
Aspectos personales y aficiones
Finalmente, Acosta comparte un poco sobre sus intereses personales. Aunque su vida gira en torno a la política y la educación, también encuentra tiempo para practicar deporte, especialmente el ciclismo de montaña, en su entorno montañoso en el Vallés Occidental. Su afición por el fútbol lo lleva a ser un ferviente seguidor del Espanyol, del cual es socio y ha transmitido esta pasión a sus hijos, en un contexto donde el deporte también se entrelaza con la identidad cultural y política de Cataluña.
En la mezcla de su vida personal y profesional, Acosta revela cómo sus convicciones y su amor por la tradición y la historia se reflejan en todas las facetas de su existencia, desde su carrera como profesor hasta su papel en el Parlamento. Esta fusión de intereses y valores lo convierte en un representante único de su partido y de su visión sobre Cataluña y España.