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Controlan el crecimiento de vegetación en el Parque del Alamillo con cabras

La gestión sostenible de espacios naturales es un desafío que enfrentan muchas ciudades alrededor del mundo. En Sevilla, un innovador enfoque está tomando forma mediante el uso de un rebaño de cabras, que no solo contribuye al control de la vegetación, sino que también promueve prácticas agroecológicas. Este modelo, que combina el cuidado del medio ambiente con la educación comunitaria, está demostrando ser una solución eficaz y atractiva.

Uso de cabras para el control de la vegetación

Recientemente, un rebaño de cabras de la raza payoya, originarias de la Sierra de Cádiz, ha cruzado la pasarela de San Jerónimo para llevar a cabo un desbroce en el vivero del Parque del Alamillo. Esta iniciativa, impulsada por Ecologistas en Acción, busca gestionar de manera ecológica el crecimiento de vegetación no deseada.

Las cabras son especialmente adecuadas para este tipo de trabajo debido a su capacidad ramoneadora, que les permite alimentarse de especies vegetales como las lantanas, que compiten con el arbolado del vivero. A diferencia de otras especies ganaderas que se alimentan principalmente de pasto, las cabras son más versátiles y pueden ayudar a controlar eficazmente el crecimiento desmedido de algunas plantas.

Un programa agroecológico innovador

Este proyecto se enmarca dentro de un programa de uso agroecológico del ganado para gestionar los residuos urbanos, particularmente los restos de poda de parques y jardines. En lugar de ser desechados en vertederos, estos residuos se convierten en alimento para el rebaño, creando un ciclo sostenible de aprovechamiento de recursos.

El estiércol generado por las cabras no solo se convierte en un abono orgánico de alta calidad, sino que también es un recurso valioso para las huertas ecológicas que Ecologistas en Acción gestiona en el Parque de San Jerónimo. Este enfoque holístico no solo mejora la salud del suelo, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles y responsables.

Ventajas del desbroce con ganado

El uso de ganado para el desbroce presenta numerosas ventajas que van más allá del simple control de la vegetación. Algunas de las más destacadas incluyen:

  • Reducción del consumo energético: Al evitar el uso de maquinaria pesada, se disminuye significativamente el consumo de combustibles fósiles.
  • Menor contaminación acústica: La operación de maquinarias puede ser ruidosa, mientras que el pastoreo de cabras es un proceso silencioso que mejora la experiencia en espacios recreativos.
  • Interacción con la comunidad: Este tipo de iniciativas permite que los ciudadanos se acerquen a los animales, fomentando una mayor conexión con la naturaleza.

Además, esta intervención se alinea con el modelo de gestión sostenible del Parque del Alamillo, que cuenta con una certificación ecológica del CAAE, mostrando un compromiso claro con prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Colaboración público-comunitaria

Ecologistas en Acción ha subrayado en múltiples ocasiones el valor socioambiental de esta iniciativa, destacando la importancia de la colaboración entre entidades públicas y comunidades locales. Este proyecto sirve como un ejemplo de cómo se pueden implementar soluciones que beneficien tanto a la sociedad como al medio ambiente.

La dirección del parque ha brindado su apoyo a esta iniciativa, que se aleja de los modelos tradicionales centrados en el beneficio económico. En cambio, busca maximizar los beneficios sociales y ecológicos, apostando por sistemas alternativos de gestión del territorio.

Propuestas para el futuro: creación de rebaños municipales

En línea con el enfoque agroecológico que se está implementando, Ecologistas en Acción ha propuesto que los ayuntamientos consideren la creación de rebaños municipales. Gestionados por entidades sin ánimo de lucro, estos rebaños podrían desempeñar un papel crucial en la gestión de recursos públicos. Algunas de las posibles ventajas incluirían:

  • Prevención de incendios: El control del matorral puede ayudar a reducir el riesgo de incendios forestales, un problema recurrente en muchas áreas.
  • Mantenimiento de espacios agrícolas: Facilitaría la gestión de tierras agrícolas sin recurrir a herbicidas tóxicos, promoviendo la agricultura sostenible.
  • Educación ambiental: La presencia de animales en espacios públicos puede ser una herramienta educativa para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.

Estas propuestas no solo buscan mejorar la gestión del territorio, sino que también fomentan un sentido de pertenencia y responsabilidad compartida en la comunidad sobre la conservación del entorno natural.

Impacto en la conciencia ambiental

La iniciativa de utilizar cabras para el desbroce en el Parque del Alamillo también tiene un impacto positivo en la conciencia ambiental de la comunidad. Al permitir que los ciudadanos se acerquen a estos animales y comprendan su papel en el ecosistema, se fomenta un mayor respeto y cuidado por la naturaleza.

La educación ambiental es crucial en la actualidad, dado que muchas personas están desconectadas de sus entornos naturales. Programas como este ayudan a cerrar esa brecha y a cultivar una cultura de sostenibilidad en la que cada individuo puede desempeñar un papel activo.

Conclusión: un modelo a seguir

La utilización de cabras para el control de la vegetación en el Parque del Alamillo es un ejemplo a seguir en la gestión sostenible de espacios naturales. Al integrar prácticas agroecológicas, fomentar la colaboración comunitaria y educar a la población sobre la importancia de la naturaleza, se está construyendo un modelo que puede ser replicado en otras ciudades y regiones. Este enfoque no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fortalece el tejido social y promueve un futuro más sostenible para todos.